La fatiga crónica, también conocida como síndrome de fatiga crónica o encefalomielitis miálgica, es una condición médica compleja caracterizada principalmente por fatiga extrema que no mejora con el descanso y que puede empeorar con la actividad física o mental.
Algunos síntomas clave de la fatiga crónica son:
Las causas exactas se desconocen, pero puede estar relacionada con infecciones virales, problemas del sistema inmunitario, factores genéticos y estrés emocional o físico.
No existe cura, pero algunos tratamientos pueden aliviar los síntomas, como medicamentos para el dolor y la fatiga, terapias conductuales y cambios en el estilo de vida. Es importante el descanso, la dieta saludable y evitar sobrexigirse.
Se estima que entre el 0.1-0.5% de la población tiene fatiga crónica. Cualquier persona puede desarrollarla, incluso niños, pero es más común en mujeres de mediana edad. A menudo comienza después de una infección viral como el resfriado o la gripe.
La fatiga crónica es una condición difícil de diagnosticar. No existen pruebas definitivas, el diagnóstico se basa en descartar otras causas que expliquen los síntomas prolongados y debilitantes. También se conoce como una "enfermedad invisible" porque las personas que la padecen pueden verse saludables.
Es importante buscar ayuda médica si presentas fatiga extrema persistente sin causa aparente. El manejo de esta condición requiere un equipo multidisciplinario, incluyendo médico de atención primaria, especialistas y posiblemente terapeutas y nutricionistas.
Con el apoyo adecuado, muchos pacientes logran estabilizar sus síntomas y mejorar su calidad de vida a pesar de esta difícil condición.